viernes, 22 de julio de 2011

Jesucristo y el mocoso del Oficce

El otro día leí a una famosa columnista de la alta sociedad (que siempre escribe con un optimismo fuera de serie) que hablaba algo sobre "Un curso de Milagros". El famosísimo curso extraño, intenso, dramático que vendría siendo como el mensaje verdadero de Jesús que prosperó por debajo del agua. En mis intensos años de investigación espiritual -casi la mitad de mi vida- siempre me ha tocado conocer a una persona que me hable de él y siempre es con aspecto de "no es fácil de entender pero me ha cambiado". Una vez le dí una leída breve a uno de los libros en una librería pero estaba muy denso, muy en trip así que con toda la humildad dije "esto no es para mí". Bueno, pues al leer a la columnista tocada por ese curso me acordé que tenía un libro de una autora muy famosa que habla de ese curso como para principiantes.  Fui por él a mi biblioteca y comencé a hojearlo. Pero caía en la cuenta en que la palabra Jesús hartamente repetida me seguía causando incomodidad.

Bueno, pues la mente es bien bromista y sarcástica. La semana pasada tratando de doblar unos papeles fuí por un libro grueso para que hiciera peso y encontré un libro con una edición hermosa, muy discreta, (el que presento a la derecha) bien encuadernado y una tipografía muy agradable. La tipografía me llevó a leer media página escogida al azar y me dí cuenta de que estaba escrito de manera diferente. Resulta ser una biografía (sí, una más) de Jesús con lo que todos sabemos pero el merito de este libro es que es en un género entre novela y fábula. No hay diálogos (salvo algunos textos bíblicos) la introducción me pareció interesante pero cuando investigué en internet y me di cuenta que el autor era Sacerdote pues se me bajó un poco el ánimo investigador. Aún así te picas y seguí leyendo. Ahora lo tomo con bastante humor y de hecho me está divirtiendo mucho -con el respeto que merece, claro-. Me divierte el hecho de que el autor está bien simpático, o sea, él evidentemente está tocado por el misterio de Jesús, de hecho el libro se llama "Vida y Misterio"  y esa fascinación hace que se imaginé un chingo de cosas bien intensas, bien fantasiosas, románticas, y las ponga en su libro. La narración que hace de María es súper simpática, hasta parece que se llevaban de pellizco y nalgada, eran íntimos, que él la conoció  en vivo y a todo color y que ella le soltó todo con pelos y señales en una tarde de borrachera. En varios momentos me gana la risa por cada cosa que pone, sin embargo tiene una riqueza literaria indiscutible, el autor fue poeta además. Es un buen libro pero no hay que tomarlo literal. 

A mi la biblia (estudiarla con intensidad, aprenderla de memoria, y basar toda mi vida en ella) me parece un poco absurda y no la considero el libro que me da paz y alimenta mi alma. De entrada desconfío de un texto hartamente manoseado y escrito 80 años después del gran suceso. Y además escrito por quienes no estuvieron ahí, sólo lo escucharon todo (ya existían textos bien se pudo haber escrito). Pero como obra histórica, política, y literaria jamás le quitaremos méritos. El caso es que me pareció curioso que mi mente responda a inquietudes con tanta rapidez.

A inicios de semana fui a Oficce Depot a comprar una libreta. Y me enamoré de unas que por lo visto sólo se están vendiendo en esta época del año. Desde que la compré traigo la inquietud de que es necesario que compre unas tres más de ese tipo para cuando acabe una y me emociono. Estando ahí vi que había un iPad para uso de la gente y justo cuando iba a manosearlo se me atraviesa un mocoso (niño) de unos 6 años y no lo suelta, y no lo soltó. Di tres vueltas a la tienda y seguía ahí haciendo nada, sólo quitándome esa preciosa oportunidad de manosear uno en la vida real.  Yo sí quería investigarlo, pero ese niño lo único que quería era hacerse pendejo y tratarlo como si fuera un ábaco.  También por eso quiero regresar al Oficce :p porque no me puedo quedar con las ganas.