Mientras la gente del mundo se emociona por la nueva red social (que ojalá destrone a Facebook porque ese puto me debe una) yo me quede en un flashback culero al conocer todas las maravillas y las ventajas que tiene. Aunque es bastante innovador y se antoja divertido no me sirve mucho porque soy de pocos amigos así que muy y apenas y lleno un círculo, jajaja. Entonces está claro que sería muy aburrido porque el chiste es tener un chingo de círculos -creo- limitar el acceso a los demás y hacer cosas a escondidas del resto. Y ahí es donde me vino el fashback culero.
Porque la nueva red social es ideal para quienes tienen muchos dates y quienes disfrutan de poner el cuerno y la canita al aire muy (muchas veces) de vez en cuando. Entonces pensé en ella y lo feliz o el provechazo que le sacaría a la mentada red social. Seguramente yo estaría en un círculo y sus "amigas" inocentes que le tiran la onda -o a las que se tira- estarían en otro. No podría ver sus mensajes, ni las cosas que se dicen. Apuesto a que sería feliz con herramienta que permite tener conversaciones grupales en vídeo, las gozaría de madrugada con zorras en turno hasta el amanecer mientras yo dormiría plácidamente en mi cama, pensando en ella. Entonces agradecí que todo eso apareciera justamente cuando ya no tenemos nada que ver. Pero este sentimiento que me trajo todo el asunto de la nueva red me dejó pensando en que tengo desconfianza y puede que sea una de las razones por las que no quiero iniciar nada con alguien. No quiero que me pongan el cuerno, el chantaje psicológico, que coqueteen con otras en mi cara, darme cuenta, hacerme la fuerte y llorar a escondidas. Quizás por eso detesto las videoconferencias porque recuerdo cómo me las presumía indirectamente, y hasta tenía el cinismo de decirme que enseñaba los pechos. Y yo aguantaba porque eramos nada.
Sí, me quedé medio insegura al respecto. Y creo que es normal cuando te ponen el cuerno y te enamoras de alguien de "súper pegue". Irremediablemente quedas con las antenas bien puestas para no pasar por lo mismo. El caso es que fue raro lo que sentí. Pensé en ella como diciendo "Ahora sí te darás gusto". Y tuve sentimientos mala onda. B. me escribió un mail. Me cuenta siempre puras cosas melosas con su novia. Si su novia fuera mi tipo me gustaría ser ella, pero no lo es, así que sólo me alegro por su felicidad. Más que nada me inspira. Si ella pudo confiar de nuevo y se encontró alguien honesto (también se enamoró de una polígama) yo también puedo hacerlo. Confiar de nuevo sin temor a pasar por todas esas lágrimas. Y puede que si sucede le pierda el mal sabor de boca esas pinches redes sociales y videoconferencias en la noche. Por lo pronto ya llevo medio año en curso y no he dado ni un beso.