Tengo una cruda moral. No se si hice bien, no se si retrocedí diez escalones, no se si es una prueba para ver que tanto he avanzado en el tema, no se si representa que ya es hora y aprendí a manejarlo o que estoy en peligro de volver a caer. Por lo menos hay un buen síntoma: no tengo angustia ni retortijón en el estomago. Lo que me hace suponer que puedo manejarlo si no me acerco mucho y “sobrellevo” la situación como le estan haciendo las demás. Estoy hablando de una mujer. De M. asi que perdoneme la vida. De una relación del pasado que ya sobrepaso el entendimiento normal. Ella vive en el pasado, y yo ya vivo en el presente. Y aunque eso me da un poco de miedo (por mi paranoia stalker), me he dado cuenta que otras personas (sus otras) mejor optaron por sobrellevarla así que puedo hacer lo mismo, total, no seré la única. Pero tendré que ser muy fuerte y todo el peso de las acciones y sus consecuencias será mio. Hola madurez.
En una ocasión leí un ejemplo del por que nos enfocamos en lo que no tenemos. Es como entrar en una galería de arte y admirar las salas con los cuadros colgados sobre las paredes. En una de esas salas están las mas bellas pinturas, pero en una pared notas que hay un espacio vacío entre dos cuadros. Es obvio que hubo un cuadro ahí y nadie se preocupo por llenar ese hueco. Es entonces cuando te llama la atención y te enfocas en ese espacio vacío. Y te quedas mirando, imaginando cosas, preguntándote que había ahí, y por que esta vacío. Y entonces todas las pinturas hermosas que hay en la sala pierden importancia (y su hermosura) porque a ti te importa pensar en el espacio vacío.
Así es en la vida, nos enfocamos en nuestro espacio vacío. Eso que no tenemos, eso que no pudimos tener, eso a lo que no tenemos acceso, eso que se ha ido. Todo lo demás se pierde y en ocasiones hasta carece de sentido. Yo soy su espacio vacío. Soy lo que no puede tener. Soy la persona misteriosa, complicada, que no actúa como las demás, que simplemente no se deja tocar. Para acercarse a mí tiene que seguir mis reglas. Y no puedo meterme en su cabeza y arreglarlo. Mi espacio vacío son los amigos. Se me complica tratar con la gente porque me siento fuera de lugar. No estoy ahí cuando me necesitan porque estoy ocupada en mis procesos mentales. A veces añoro compañía pero cuando la tengo me aburre. Los amigos son esa fascinación que me conmueve pero no se tener. Sobre todo si mis amigos no son gays y hacen que mi experiencia sea mas complicada de encajar. Y con las gays no encajo porque es mucha intensidad tipo “déjenos ser libres vamos a pelear y mostrarnos como somos”. Y no tengo amigas gays. En pocas palabras tal vez es parte del juego de estar vivos tener el espacio vacío entre dos cuadros.