domingo, 10 de abril de 2011

¿Será que estoy envejeciendo?

La semana pasada fui al concierto de Shakira. En realidad no tenía muchas ganas de ir porque había leído algunas reseñas de la gira europea y me daban más flojera que nada, pero era un concierto muy importante para uno de mis mejores amigos y pues para eso estamos. Aunque los conciertos en Estadio no los disfruto igual si no voy a cancha mejor no voy. Como quiera ya estando ahí, en cancha o en sol, terminas viendo la pantalla (a menos que tengas cuello de jirafa y veas todo poca madre).

Nos fuimos bien tarde para no tener que esperar tanto. Llegue en la parte de Belanova y bueno, como habrá estado la cosa que fue lo que más me gusto jajaja. Denise (la vocalista) se me figura muchísimo a la actriz española Victoria Avril en una película de Almodovar, llamada Kika. Es así como una mujer brava-loca. Y efectivamente tiene una espontaneidad muy linda. Platica con el público como si solo estuviéramos tres personas ahí y como se han hecho de una buena lista de hits, inevitablemente terminas bailando y cantando porque a eso vas.

De Shakira pues no hay que decir mucho. Usa el mismo vestuario de todos los conciertos (o sea que si viste la foto del concierto del DF en El Norte, como es la misma ropa bien puede ser la del concierto de acá). La única que se puede dar esos lujos es Madonna las demás son fails. De hecho ese es el punto negativo del show todo se ve súper ensayado. Como se presenta, las palabras de bienvenida, y como se despide. Todo es un pinche guión, cada palabra, cada nota, cada paso, todo.

Sin embargo el terror aquí es que no es la primera vez que me pasa. Ya van varios conciertos “muy esperados” en los que sucede lo mismo. No me emociono. Me parecen repetitivos, no hay sorpresa o quizás es como el primer orgasmo de tu vida. Solo hay uno, el primerísimo, que es el que te hace perder el norte y los demás vienen siendo pequeñas replicas. No se si se deba a que los artistas de hoy ya están muy gastados. No hay novedades interesantes o si el problema es que yo estoy envejeciendo musicalmente. Hagan algo, todavía me quiero sorprender.